La economía circular es un enfoque de producción y consumo que optimiza el uso de los recursos mediante la reducción, reutilización y reciclaje de materiales. En Guatemala, la implementación del Acuerdo Gubernativo 164-2021, que obliga a la separación de residuos, constituye una oportunidad clave para mitigar los impactos ambientales del modelo lineal de producción y consumo.
Uno de los principios fundamentales de la economía circular es la valorización de los residuos. Los desechos orgánicos pueden transformarse en compost o biogás, favoreciendo prácticas agrícolas sostenibles. A su vez, materiales reciclables como plásticos, metales y papel pueden reincorporarse a la industria, reduciendo la extracción de recursos naturales y minimizando la contaminación ambiental.
A nivel internacional, modelos exitosos evidencian los beneficios de este enfoque. Países Bajos busca ser 100% circular en 2050 mediante incentivos a la reutilización. Suecia ha optimizado la gestión de residuos, logrando que menos del 1% termine en vertederos. En América Latina, Colombia ha promovido el reciclaje inclusivo y políticas de economía circular, integrando el sector privado y la sociedad civil.
Para que Guatemala avance en esta dirección, es esencial fortalecer la educación ambiental, incentivar la adopción de prácticas circulares en la industria y mejorar la infraestructura de reciclaje. La economía circular no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que genera oportunidades económicas y empleo, posicionando al país en un camino hacia un desarrollo más resiliente y eficiente.
